El Alcyon es una lujosa goleta con apenas pasajeros y muy pocos tripulantes, pero con una popa capacitada para recibir un helicóptero.
Montalbano se huele algo turbio y, junto con Fazio, se hará pasar por cocinero para poder viajar en esa goleta.
Una vertiginosa trama de espías que te atrapará hasta llegar al final.
Kostas Jaritos es teniente de policía en Atenas. En las novelas, ves que es un gruñón y no acepta de buen grado las novedades. Pero es también un hábil investigador que resuelve las intrigas que se le presentan.
En esta saga detectivesca, la mirada crítica del autor, Petros Márkaris, nos descubre una Grecia que no conocíamos.
Un conocido político y empresario aparece muerto en el interior de su coche en una solitaria zona boscosa. Lo encuentran dos basureros que se quedan pasmados, pero no por la contemplación de la muerte, sino porque reconocen al muerto.
Todo se aclarará cuando el comisario Montalbano entre en acción.
Claro, ahora ya no nos parece tan original.
Pero sí que lo era en 1841, cuando Edgar Alan Poe publicó Los crímenes de la calle Morgue.
Hasta entonces no se había escrito ningún relato policíaco, lógicamente.
¿Por qué lógicamente? Ahora me explico.
Seguro que has oído hablar de Los crímenes de la calle Morgue.
Es una narración de unas treinta páginas que se lee en un suspiro. Sí que es cierto que el lenguaje puede sonar un poco trasnochado (ten en cuenta que se publicó hace casi dos siglos), pero es una historia que engancha.