Arnaldur Indridason
¿Se puede escribir novela negra en un país, Islandia, en el que solamente se cometen dos asesinatos al año, según las estadísticas? Arnaldur Indridason ha demostrado que sí.
¿Se puede escribir novela negra en un país, Islandia, en el que solamente se cometen dos asesinatos al año, según las estadísticas? Arnaldur Indridason ha demostrado que sí.
Un paciente esquizofrénico se lanza al vacío ante los ojos de su hermano. Casi al mismo tiempo, un profesor de escuela jubilado es asesinado en un incendio provocado. Los dos fallecidos habían sido maestro y alumno y en las últimas semanas se habían visto en varias ocasiones. ¿Qué inimaginable secreto ocultaba esa turbulenta relación?
“Desde mi celda pienso en ella, en Bettý, tan bella, tan libre…
Debería haber detectado las señales de peligro. Debería haber entendido mucho antes lo que pasaba. Debería, debería, debería…
Recuerdo toda nuestra historia desde la primera mirada y descubro lentamente cómo mi culpabilidad parece indiscutible, pero sé que no soy culpable.”