Título original: Tor, tretze cases i tres morts
Año: 2005
Autor: Carles Porta
Trece vecinos, propietarios de una montaña en el Pirineo leridano, cerca de Andorra.
Poderosos que se enfrentan.
Intereses, contrabando, extraños asesinatos y sentencias judiciales que incrementan la crispación.
Misterio, intriga y suspense en la vida real. Carles Porta lleva años investigando quién mató a uno de los propietarios de la montaña más salvaje del Pirineo.
Una historia real
Este libro, que es más un ensayo que una novela, intenta arrojar luz en los escabrosos sucesos ocurridos en la montaña de Tor.
Misterio, intriga y suspense, pero no en una novela de ficción.
En un post anterior te hablé del género conocido como “True crime”. En ese post te decía que se considera que el pionero, y también el autor más conocido de este género, fue Truman Capote con su obra “A sangre fría”.
Sin embargo, actualmente el periodista Carles Porta le disputa a Capote ese puesto de “autor más conocido”, al menos en Catalunya. Y su fama llegó precisamente a partir de su investigación sobre lo ocurrido en la montaña de Tor.
En enero de 1997, después del asesinato de uno de los habitantes de Tor, la montaña volvía a ser noticia (unos años antes ya había habido dos muertos en una pelea callejera). Por ese motivo, el periodista Carles Porta recibió el encargo de llevar a cabo un reportaje sobre el caso de la que ya se conocía como “la montaña maldita”.
Junto con dos compañeros, pasó dos o tres meses recorriendo la montaña y las poblaciones próximas para recoger información y filmar las imágenes necesarias para poder explicar la historia de Tor en televisión.
Carles Porta quedó atrapado por la historia y durante todos estos años ha regresado repetidamente a Tor, para hablar largo y tendido con unos personajes difíciles, llenos de odio, de miedo y de secretos. El resultado de toda esa investigación ha sido este apasionante relato.
A día de hoy, en Tor, el misterio continúa. Como la ira del viejo Palanca: «Me robaron, intentaron matarme, ¡y resulta que el cabrón soy yo! Sólo me queda una solución: ¡Morir matando!»
Los orígenes del conflicto
El caso se remonta a 1896, cuando las trece familias habitantes de Tor fundaron una “Sociedad de condueños” para no perder la propiedad de la montaña en la que habían vivido y trabajado durante generaciones.
El objetivo era evitar que la montaña, muy rica en madera y en pastos, fuese declarada comunal y pasase a manos del Estado.
Para proteger la propiedad de los vecinos de Tor frente a los forasteros, los estatutos de la sociedad exigían que los copropietarios viviesen todo el año en Tor.
Los años pasaron, muchos habitantes huyeron durante la Guerra Civil. Años más tarde, Tor se quedó sin maestro y algunas familias se trasladaron para que sus hijos pudiesen asistir a la escuela.
Otro factor importante es que, durante el invierno, las nevadas consiguen que Tor quede prácticamente incomunicado, además de que el núcleo de población no dispone de agua, electricidad ni teléfono.
Así que, después de tantos años, ninguno de los vecinos vivía permanentemente en Tor, y el viejo pacto acabó cayendo en el olvido.
Hasta que, en 1976, dos de los habitantes del pequeño núcleo de población firmaron un contrato con un promotor inmobiliario de Andorra con el fin de construir en Tor una estación de esquí. El objetivo era conectarla con las estaciones andorranas de Pal y Arinsal, que están muy cerca.
Ése fue el punto sin retorno en un proceso de hostilidades, odios, disputas, sangre, miedo y un asesinato todavía sin resolver en el que se han visto implicados contrabandistas, hippies, especuladores, jueces, abogados y matones.
Los condueños de Tor…
Sansa, Palanca y Cerdà eran los sobrenombres de los tres miembros dominantes de la Sociedad de condueños de Tor.
Sansa, cuyo nombre real era Josep Montané, estuvo eternamente enemistado con Palanca. Fue él quien en 1976 fue a buscar a Rubén Castañer para construir la estación de esquí en Tor, en contra de la voluntad de Palanca.
En 1995, un juez declaró a Sansa dueño único de la montaña, cosa que enrareció aún más el ambiente. Cinco meses más tarde, Sansa fue asesinado.
Palanca, cuyo nombre real es Jordi Riba, fue siempre el gran rival de Sansa. En 1976, cuando Sansa trajo a Tor a Rubén Castañer, Palanca contrató a dos leñadores para que le hiciesen de guardaespaldas.
Temido por su carácter bronco, siempre fue un defensor del aprovechamiento de los usos tradicionales de la montaña, en contra de las intenciones urbanísticas de Sansa y de Cerdà.
Cerdà, cuyo nombre real era Francesc Sarroca, era más moderado que los otros dos y ejerció durante años como presidente de la sociedad de condueños de la montaña.
Juntamente con su hermana, siempre estuvieron unidos con Sansa y Rubén Castañer en contra de Palanca.
… y los que vinieron de fuera
Rubén Castañer era un agente inmobiliario de Andorra. Llegó a Tor (con sus guardaespaldas) de la mano de Sansa y Cerdà con la intención de construir una pista de esquí que iba a ser cuatro veces más grande que Baqueira Beret.
Los tres intentaron dejar fuera al resto de vecinos propietarios de la montaña.
Por ese motivo, con Rubén llegó un brutal aumento de la tensión entre vecinos y de la violencia. La tensión entre los dos bandos fue aumentando hasta que en 1980 los dos guardaespaldas de Rubén mataron a los de Palanca en una sangrienta pelea en plena calle.
Carles Porta se entrevistó con Rubén Castañer en 1997. En el libro lo describe así:
«Allí le tenemos. Bajito, el abrigo negro sin abrochar y debajo un traje. Un gran flequillo le tapa y destapa los ojos como si fuera una cortinilla. Un metro tras él, caminando a paso acelerado, una mujer joven con zapatos de tacón alto, falda corta y abrigo de piel. Una estampa de película de gánsters.»
Me pareció muy amena la manera jocosa en que Porta nos va describiendo a toda la galería de personajes, algunos de ellos verdaderamente pintorescos, que entrevistaron para el reportaje.
Por ejemplo, en el despacho de uno de los abogados, “hay más símbolos franquistas de los que ha visto en toda su vida: un busto de Franco en miniatura, una bandera con el águila, la bandera de la Falange, cruces, cristos y vírgenes”.
Otro de los entrevistados les dice que “Rodolfo Martín Villa quería comprar la montaña de Tor”. Otros le hablan de los contrabandistas y de su supuesto jefe, “una mano negra en la sombra”…hasta que los periodistas no saben a quién creer.
El autor
Carles Porta es actualmente un periodista muy conocido en Catalunya, precisamente gracias al documental de Tor y a otros que le siguieron sobre temas similares.
Durante 14 años, trabajó haciendo reportajes para el programa “30 Minuts” de la televisión autonómica catalana. También fue reportero de guerra en diferentes conflictos bélicos en Bosnia, Ruanda, Kosovo y Oriente Medio.
Actualmente alcanza elevados índices de audiencia con su programa “Crims” (Crímenes).
En cuanto a su obra literaria, ha escrito cinco libros de “True crimes”, entre los que destaca el primero de ellos, “Tor, la montaña maldita”, del cual se vendieron más de cincuenta mil ejemplares.
El reportaje
El reportaje de Carles Porta y su equipo sobre el conflicto de la montaña de Tor, se emitió el 20 de abril de 1997 en el programa “30 Minuts” de Televisión de Catalunya (TV3).
Empezaba con esta frase:
«A veces pienso que la más desbordada imaginación de un guionista de televisión escribiendo un argumento dramático y rebuscado no superaría el que, desgraciadamente, en la vida real están viviendo en Tor.»
Si lees el libro, seguro que estarás totalmente de acuerdo.
¿Y tú? ¿Conoces alguno de los trabajos de este periodista?
Más información sobre el autor en su web oficial o en la web de la CCMA (Corporación catalana de Medios Audiovisuales).
Hola Eva.
Interesante el resumen que haces de la historia reciente de Tor, aunque Tor es mucho más que sus crímenes. Hace un par de años empezamos un blog dedicado a su historia, donde también se tratan esos crímenes y otros temas relacionados con los misterios e incógnitas que rodean esta pequeña aldea pirenaica. Te invitamos a que lo visites y participes, si te apetece, en http://www.blocmmt.cat Está escrito en catalán, pero con el traductor de Google insertado en la página, puede traducirse a muchas otras lenguas.
Te eperamos pues. Hasta pronto.
Un saludo.
Bloc MMT
He entrado en el blog y me ha parecido superinteresante (No m’ha calgut traductor, je,je).
Está muy bien que reivindiqueis que Tor es mucho más porque todos lo conocemos por la historia de los crímenes.
Animo al resto de lectores de este blog a que entren y vean.
Gracias por vuestro comentario.