«¿Nunca se le ha ocurrido pensar que un hombre, que casi no hace otra cosa que oír los pecados de los demás, no puede dejar de estar al corriente del mal de la humanidad?».
Este cura regordete y despistado desentrañaba crímenes y misterios sin caer en la fría deducción ni en crédulas explicaciones paranormales.
La saga del padre Brown
Esta saga de relatos es probablemente la obra más querida y personal del novelista londinense G. K. Chesterton. El padre Brown es el protagonista de una cincuentena de historias cortas, recopiladas posteriormente en cinco libros.
Para crear este personaje, Chesterton se inspiró en el padre John O’Connor (1870-1952), cura párroco de Bradford, Yorkshire, quien estuvo relacionado con la conversión al catolicismo de Chesterton en 1922. De esta vinculación dejó constancia el propio O’Connor en su libro de 1937 “Father Brown on Chesterton”.
Las armas del padre Brown eran un paraguas y el profundo conocimiento de lo humano adquirido en el confesionario. Sus historias gozaron de una enorme popularidad desde que se publicó la primera de ellas en 1910 en la revista Storyteller.
Entre sus fans se encuentran grandes personalidades de la literatura, como Bertolt Brecht o Jorge Luis Borges. Éste último llegó a comparar a Chesterton con Kafka y dedicó al escritor británico un ensayo titulado “Los laberintos policiales y Chesterton”.
Otros entusiastas de las historias de Chesterton eran Kafka, Freud, Georges Bernard Shaw, André Maurois, Agatha Christie, Nabokov, Ernest Hemingway,…
El personaje del padre Brown
Se trata de un cura católico de apariencia ingenua cuya agudeza psicológica lo convierte en un formidable detective.
Chesterton describe al padre Brown como una figura ilustrada que finalmente trae la luz y ahuyenta las sombras. Deja que el lector especule con motivos supersticiosos para, al final, proclamar el triunfo de la lógica y la razón de la mano de un sacerdote católico.
A diferencia de su más famoso contemporáneo, Sherlock Holmes, los métodos del padre Brown tienden a ser más intuitivos que deductivos. El propio sacerdote explica así su método en “El secreto del padre Brown”:
«Verá usted, yo […] he planeado cada uno de los crímenes muy cuidadosamente, he pensado exactamente cómo pudo ser hecho algo así y con qué disposición de ánimo o estado mental pudo un hombre hacerlo realmente. Y cuando estaba bastante seguro y sentía exactamente como el asesino mismo, entonces, por supuesto, sabía de quién se trataba».
El padre Brown es un personaje retraído y campechano. Por eso, suele ser subestimado y a veces incluso es objeto de burla…de lo cual saca ventaja.
En resumen, es un personaje que concibe el delito, no como un enigma, sino como el producto del pecado, de una transgresión del orden moral. Antes de estas historias, el padre Brown había sido capellán de una prisión. Su capacitación procede de ser un conocedor de almas, de la experiencia adquirida como confesor. Este bagaje es la clave de su éxito como investigador.
Este peculiar personaje, junto con el exquisito humor y la gran imaginación de Chesterton, son la receta del éxito de esta saga.
El personaje de Flambeau
El padre Brown no rastrea tanto el delito como el pecado.
Para reforzar esta impresión, Chesterton pone a su lado como colaborador a Flambeau, un famoso delincuente rehabilitado.
Para crear a Flambeau, Chesterton se inspiró en el legendario Eugène-François Vidocq, un delincuente que acabó siendo el primer director de la Sûreté Nationale francesa y uno de los primeros investigadores públicos del gobierno.
Hizo grandes aportaciones a la ciencia de la criminalística, ya que, al haber sido antes un delincuente, conocía bien cómo trabajaban los malhechores. La figura de Vidocq inspiró también a otros escritores como Víctor Hugo, Edgar Allan Poe y Honoré de Balzac.
Los relatos que componen la serie
Chesterton compuso unos cincuenta relatos protagonizados por este personaje y los fue publicando entre 1910 y 1935 en varias revistas británicas y estadounidenses.
Después fueron publicados recopilados en cinco libros:
• El candor del Padre Brown (1911)
• La sagacidad del Padre Brown (1914)
• La incredulidad del Padre Brown (1926)
• El secreto del Padre Brown (1927)
• El escándalo del padre Brown (1935)
Más tarde se publicaron tres relatos más, fuera de la colección. El último de ellos, “La máscara de Midas” parece que fue terminado poco antes de la muerte del autor, aunque fue hallado mucho más tarde, en 1991.
La lista en orden de los relatos es la siguiente:
1- El candor del Padre Brown (1910)
La cruz azul
El jardín secreto
Las pisadas misteriosas
Las estrellas errantes
El hombre invisible
La honradez de Israel Potter
La forma equivocada
Los pecados del príncipe Saradine
El martillo de Dios
El ojo de Apolo
El signo de la espada rota
Las tres herramientas de la muerte
2- La sabiduría del Padre Brown (1914)
La ausencia de Míster Glass
El paraíso de los ladrones
El duelo del doctor Hirsch
El hombre en el pasaje
El error de la máquina
La cabeza del César
La peluca morada
La extinción de los Pendragon
El dios de los gongs
La ensalada del coronel Cray
El extraño crimen de John Boulnois
El cuento de hadas del padre Brown
3- La incredulidad del Padre Brown (1926)
La resurrección del Padre Brown
La flecha del cielo
El oráculo del perro
El milagro de Moon Crescent
La maldición de la cruz de oro
El puñal alado
La condenación de los Darnaway
El fantasma de Gideon Wise
4- El secreto del Padre Brown (1927)
El secreto del Padre Brown
El espejo del magistrado
El hombre de las dos barbas
La canción del pez volador
El actor y su coartada
La desaparición de Vaudrey
El peor crimen del mundo
La luna roja de Meru
La aflicción del marqués de Marne
El secreto de Flambeau
5- El escándalo del Padre Brown (1935)
El escándalo del Padre Brown
El rápido
La ráfaga del libro
El hombre verde
La persecución del señor Blue
El crimen del comunista
La punta de un alfiler
El problema insoluble
La vampiresa del pueblo (1936, fuera de colección)
El asunto Donnington (1914, fuera de colección)
La máscara de Midas (1936, fuera de colección)
Todos los relatos han sido reeditados por Valdemar en 2023, recogidos en un único volumen en castellano. La obra lleva el título de «El Padre Brown al completo».
También existe una edición de 2008 de la editorial Acantilado y otra de 2017 de Ediciones Encuentro, incluyendo ambas los tres relatos fuera de colección.
El autor
Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) fue un escritor, filósofo y periodista británico católico. Fue lo más parecido a un coloso, y no sólo porque era grande físicamente (medía 1,93 metros y su peso rondaba los 130 kilos), sino por su enorme producción intelectual.
Cultivó el ensayo, la narración, la biografía, la lírica, el periodismo, el libro de viajes…
Su obra queda plasmada en unos ochenta libros, cientos de poemas, alrededor de doscientos cuentos, cientos de ensayos y varias obras de teatro.
Siempre se caracterizó por sus paradojas: Un ejemplo típico es su novela “El hombre que fue jueves”, en la que un detective se introduce con una personalidad falsa en una sociedad anarquista. Al final, se sorprenderá al descubrir que los componentes de la sociedad anarquista son todos ellos espías infiltrados, incluido el presidente.
Chesterton defendió sobre todo la concentración de los acontecimientos en los relatos. Decía que la principal dificultad de la novela policiaca era que los personajes sólo mostraban su verdadera identidad al final por lo que, o bien se engañaba al lector o bien era imposible mantener la tensión hasta el final. Por eso, él opinaba que lo mejor es que el primer capítulo fuera el último y que la novela fuese lo más corta posible.
Chesterton estaba, pues, de acuerdo con Arthur Conan Doyle, que aplicaba ese método en sus novelas de Holmes. Es interesante comparar los relatos del padre Brown con los de Holmes y con los del Poirot de Agatha Christie, ya que, al ser contemporáneos, los autores seguramente observaron de reojo a la competencia para lograr que sus personajes fuesen originales y distintos de los otros.
El padre Brown en la pantalla
Como no podía ser de otra manera, hay un montón de películas sobre el personaje del padre Brown.
La primera de ellas fue “Father Brown, Detective” (1934), dirigida por Edward Sedgwick y protagonizada por Walter Connolly.
En 1954, se estrenó la película más conocida: “Father Brown” interpretada por Sir Alec Guinness. El peculiar ladrón reformado Flambeau fue interpretado por Peter Finch.
No sé si será cierta la anécdota, pero se cuenta que, mientras estaba filmando la película, Guinness fue abordado por un joven italiano que exclamó ¡Padre, padre! y agarrándolo por el brazo comenzó a hablar rápidamente en italiano. Luego se despidió y se fue. Guinness no había entendido ni una palabra, pero impresionado de que bastara la sotana de un sacerdote para inspirar tal confianza, se interesó por el catolicismo y acabó convirtiéndose.
En cuanto a las series, en 1974, en el Reino Unido se filmó una protagonizada por Kenneth More. En 2013, el actor Mark Williams interpretó al sacerdote en otra serie británica.
En Italia se rodaron también dos series: I Racconti di Padre Brown (1970) y Sei Delitti per Padre Brown (1988).
Heinz Rühmann personificó al padre Brown en dos adaptaciones alemanas de las historias de Chesterton, de 1960 y 1962.
Más información sobre el autor en la página de The Society of G.K. Chesterton
¿Conocías tú al padre Brown?