Una historia de detectives invertida, también conocida en inglés como “howcatchem”, es un relato en el que la comisión del crimen se muestra o describe al principio, generalmente dando a conocer también la identidad del criminal. ¿Pero entonces qué queda para los siguientes capítulos?
La historia invertida y el whodunit
Hace unos días te hablé del whodunit. Este concepto se refiere a novelas detectivescas o policíacas en las que se comete un crimen al principio, y no se conoce al autor del crimen hasta el final de la historia. El clímax del relato suele coincidir con la identificación del criminal.
Algunos lectores piensan que el whodunit es la única manera de escribir una novela criminal manteniendo hasta el final el interés del lector. Pero hay otros tipos interesantes, entre ellos la historia invertida que es justo lo contrario del whodunit.
Una historia de detectives invertida, también conocida en inglés como “howcatchem”, es un relato en el que la comisión del crimen se muestra o describe al principio, generalmente dando a conocer también la identidad del criminal.
El resto de la historia se centra en los intentos del detective para resolver el misterio. En algunos casos, hay además otros acertijos secundarios que le dan vidilla al argumento. Por ejemplo, cuál fue el móvil del crimen u otros temas relacionados.
El éxito de este esquema se basa en la incapacidad del criminal de salirse con la suya.
La primera historia invertida
El precursor de este tipo de historias fue Richard Austin Freeman con su relato El caso de Oskar Brodski, incluida en su colección de cuentos The Singing Bone (El hueso cantor), que fue publicada en la revista Pearson’s Magazine en noviembre de 1910.
Freeman escribió en su ensayo The Art of the Detective Story (El arte de la historia de detectives) sus ideas sobre la historia invertida: «Hace algunos años ideé, a modo de experimento, una historia de detectives invertida en dos partes. La primera parte fue una descripción minuciosa y detallada de un crimen, exponiendo los antecedentes, motivos y todas las circunstancias. El lector había visto el crimen cometido, sabía todo sobre el criminal y conocía todos los hechos. Parecía que no quedaba nada que contar. Pero calculé que el lector estaría tan ocupado con el crimen que pasaría por alto las pruebas. Y así resultó.»
Los revisores y críticos aceptaron de buen grado los cuentos invertidos de Freeman. Se dijo que Freeman había demostrado que una historia que primero describe el crimen, dejándonos seguir al detective mientras rastrea al criminal, puede ser al menos tan absorbente como las viejas historias que guardaban la identidad del criminal para el último capítulo.
Las críticas decían que «se necesita una gran habilidad narrativa para mantener el interés del lector» en una historia en la que el crimen se revela desde ese comienzo y que «ya ha habido imitadores». «Freeman se erige no sólo como el precursor, sino como el proponente más exitoso de esta forma de ficción detectivesca».
Otros ejemplos
Un ejemplo temprano y prominente de este subgénero es la novela Malice Aforethought (Malicia previa), escrito en 1931 por Anthony Berkeley Cox con el seudónimo de Francis Iles. Este autor es uno de los fundadores del London Detection Club.
Varias de las novelas protagonizadas por el personaje de Lord Peter Wimsey escritas por D.L. Sayers, como Muerte antinatural y Veneno mortal están cerca de ser incluidas en esta categoría. En ambas historias, vemos desde el principio que sólo hay un sospechoso real, cuya culpa se da más o menos por sentada en la mitad del libro y que de hecho resulta ser el asesino.
En ambos libros, como en algunas otras novelas de detectives de Sayers, el misterio que debe resolverse es principalmente «¿por qué esta persona tenía algún motivo para cometer este asesinato?» Otra pregunta que se hace el lector es «¿cómo lo hizo?».
A lo largo del siglo XX, se han dado muchos otros ejemplos de novelas invertidas, saltando después a las historias televisivas y cinematográficas.
Un ejemplo más actual de historia invertida es la serie de manga Death Note (Cuaderno de muerte). En esta historia, Light Yagami, Misa Amane y Teru Mikami son los villanos, identificados por el lector o espectador como asesinos desde el principio.
El resto de capítulos de la serie narran la investigación de L, Mello y Near a medida que investigan y van descubriendo la verdad.
El sargento Colombo
El término «howcatchem» (que se traduce como “cómoatraparlos”) fue acuñado por la revista estadounidense TV Guide en la década de 1970, después de que la serie de televisión estadounidense Columbo popularizara el formato.
Esta serie, con el nombre de Colombo, fue emitida por Televisión Española los domingos por la noche a lo largo de los años 70, consiguiendo una popularidad más que notable.
La particularidad de esta serie era que el telespectador sabía siempre quién era el asesino, ya que, salvo pocas excepciones, el crimen se mostraba al principio de cada episodio.
A pesar de observar al asesino, normalmente un miembro de la alta sociedad, preparando y cometiendo un crimen perfecto, el telespectador sabía también que el teniente Colombo descubriría al criminal, gracias a algún descuido ínfimo del asesino.
Una vez que el teniente Colombo detectaba quién era el culpable, ya no lo dejaba tranquilo ni un instante, simulando ser una persona despistada para engañar al criminal, y fingiendo que se retiraba para volver otra vez con su perpetua frasecita: «Perdone,…una cosa más».
Una conclusión
Como ves, el whodunit no es la única manera de explicar una historia de detectives. Pero además de la historia invertida hay otras de las cuales te hablaré otro día.
Se dice que las novelas policíacas se inventaron en el Antiguo Testamento, así que no es nada raro que los escritores intenten siempre introducir innovaciones, ¿no?
Más información sobre la vida y obras de R.Austin Freeman en novelacriminal
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