Ah, ¿pero es que no son superdotados todos los detectives de las novelas?
Bueno, sí, tienes razón. Pero a Ángel Esquius es su jefe quien lo presenta siempre diciendo que es superdotado.
Con los muertos no se juega
Ángel Esquius es el protagonista de la novela Con los muertos no se juega.
Trabaja en la Agencia Biosca y Asociados, de Barcelona. Es un detective que, ya en la primera página de la novela, nos explica a qué se dedican la mayor parte del tiempo:
“Deberíamos clavar un par de cuernos en la puerta de la agencia para que todo el mundo viera a qué nos dedicamos. O añadirlos al logotipo con un cheque de 100.000 euros, en homenaje a los ingresos que nos proporcionan.”
El narrador de la historia es el propio Esquius, cuyo sentido del humor te hará pasar buenos ratos, a pesar de que sea una novela policíaca, con asesinos y todo eso.
En esta primera entrega de la saga, una chica de la alta sociedad contrata los servicios de la agencia porque quiere ayudar a su novio. La chica piensa que él tiene algún problema importante y no se lo quiere explicar para no preocuparla, ya que él “es un alma sensible”. Esquius inicia el seguimiento del chico y enseguida nota cómo es de sensible, sí.
Y no explico más, ¡que ya sería spoiler!
Los autores
En plural porque son dos: Jaume Ribera y Andreu Martín, bastante habituados a escribir a cuatro manos.
Antes de inventarse a Esquius, se hicieron famosos con la saga de Flanagan, una serie de 12 novelas cuyo protagonista es un adolescente que hace de detective en su tiempo libre. Aunque los casos van desde tráfico de bebés hasta asesinato, la edad del detective protagonista lleva a catalogarlas siempre como literatura juvenil, a pesar de las protestas de los propios autores. Cosas de las editoriales.
En cuanto a la saga de Esquius, a fecha de hoy se han publicado 5:
1. Con los muertos no se juega (2005)
2. La clave de las llaves (2005)
3. La monja que perdió la cabeza (2006)
4. Si hay que matar, ¡se mata! (2007)
5. El cómo del crimen (2011)
No voy a poner aquí la lista de todos sus libros, porque son autores tan prolíficos que llenaría varias páginas. Por cierto, si eres escritor, Andreu Martín ha publicado también un par de libros contándonos sus secretos de escritura.
El detective Esquius
Ángel Esquius está en la cincuentena, es viudo y vive solo. Tiene dos hijos casados, Oriol y Mónica, y dos nietos.
Mónica intenta con gran dedicación buscarle pareja, montándole citas a ciegas con señoras estupendas para que ligue.
Esquius no quiere defraudarla y va repartiendo su tiempo entre las citas amorosas y las vigilancias de sospechosos, a veces a horas intempestivas. Y nos va explicando todo eso con un sentido del humor que nos hace leer siempre con la sonrisa en la boca.
Es un personaje que te cae bien a la primera, y que te parece tan real que piensas que podrías cruzarte con él por la calle.
A menudo, los personajes de ficción son un alter ego de los autores. En este caso, no sabría decir de cuál de los dos autores. Les conocí personalmente en 2008, justamente en un club de lectura dedicado a Con los muertos no se juega, y descubrí que los dos tienen un gran sentido del humor. Fue una sesión muy agradable.
Los personajes que acompañan al detective
Su jefe, Biosca, trabaja en un despacho que considera a la altura de su importancia. Es una estancia enorme, forrada de madera noble y con tapicerías de color rojo. Dispone de ocho pantallas de televisión, ocho, y una caja fuerte acorazada.
Otra pieza importante del mobiliario es Tonet, su guardaespaldas, “que siempre está a su lado, impasible e inexpresivo. Ciento cincuenta kilos de carne humana y el cerebro de propina.”
Octavio es otro detective de la agencia que no puede estar callado cinco minutos seguidos. Estuvo a punto de ser policía, aprobó los cursos y estaba en período de prácticas. Lástima que se le ocurrió la genial idea de llevar la pistola bien visible cuando iba a las discotecas, pensando que sería una ayudita extra para ligar. Total, que le pillaron y le echaron, cosa que no ha superado del todo.
Completan el equipo Amelia, la administrativa, y Beth, una estudiante en prácticas que está muy impresionada con las capacidades de Esquius.
En resumen, una lectura apropiada para este verano. Te aseguro que lo pasarás muy bien.
Más información sobre los libros de estos dos autores en el blog personal de Andreu Martin y en Lecturalia
Imagen del matón-ligón, de Unsplash