«El mal no es algo tan simple. Todo el mundo lo lleva dentro de sí.
Que éste salga a la luz depende de una serie de circunstancias: Entorno, oportunidad, presiones económicas, una pizca de mala suerte, un mal amigo.»
Ésa es la filosofía de Lew Archer, un investigador privado cáustico, duro y un poco filósofo.
El personaje
Lew Archer es el protagonista de una serie de novelas escritas por Ross MacDonald entre 1949 y 1976. A lo largo de esos años, el personaje fue madurando y envejeciendo con el escritor.
En 1966, se estrenó una película, basada en estas novelas, que llevaba el título de “Harper, investigador privado” con Paul Newman en el papel de Lew Harper.
¿Por qué le cambiaron el nombre? Luego te lo explico.
En las novelas, Lew Archer había sido primero policía, luego sirvió en inteligencia militar durante la segunda guerra mundial y finalmente, harto de la corrupción, dejó la policía para convertirse en detective.
Archer no es un ni un héroe ni un antihéroe. A lo largo de las novelas, vemos que es un hombre experimentado y harto del mundo, ya a sus 35 años. En su opinión, el mal y sus manifestaciones radican en todas y cada una de las personas, de manera que las circunstancias lo pueden sacar a la luz en cualquier momento.
Es un hombre atractivo y lo sabe, pero no es lo que entendemos por un mujeriego porque está en proceso de divorcio, aunque sigue queriendo a su mujer.
El nombre de Lew Archer rinde homenaje a Lew Wallace, autor de Ben-Hur, y a Dashiell Hammett (Miles Archer es el nombre del socio asesinado de Sam Spade en “El halcón maltés”).
Las novelas de Archer se ambientan en la ficticia ciudad de Santa Teresa, fácilmente identificable como Santa Bárbara.
Unos cuantos años después, Sue Grafton homenajeó a Mc Donald al elegir también Santa Teresa como escenario de sus “crímenes del alfabeto”, una serie de novelas protagonizadas por la investigadora privada Kinsey Millhone, de las cuales te hablé en un post anterior.
El autor de las novelas
Ross MacDonald, cuyo nombre auténtico era Kenneth Millar, comenzó a trabajar como profesor, pero empezó a escribir inspirado por los buenos resultados de su esposa, Margaret Millar, que había publicado varias novelas negras con gran éxito. Su libro “Beast in View” ganó el premio Edgar en 1955.
MacDonald, Dashiell Hammett y Raymond Chandler están considerados por los expertos como la trinidad de la literatura negra americana, el género conocido como hard-boiled. Estos tres escritores renovaron el género, dándole un aire nuevo. Las novelas policíacas seguían reflejando la decadencia humana habitual, pero por primera vez los personajes estaban trabajados de una manera que hasta entonces no había sido nada frecuente.
En las novelas de Lew Archer, las playas blancas, las mansiones señoriales con piscinas y los elegantes locales de copas son el escenario en el que se mueve este cínico detective al que le toca lidiar con una sociedad recién salida de la segunda guerra mundial. Los personajes de estas novelas conforman una sociedad de ricos ociosos, con hijos malcriados igualmente ociosos, matrimonios inadecuados y trapicheos con propiedades robadas.
A lo largo de la saga, MacDonald va esculpiendo un personaje con un caparazón tan duro como el de Marlowe o el de Spade, pero con un cinismo ablandado por sus problemas personales. Los argumentos de MacDonald son más elaborados y suelen hablar de espinosos secretos de familia.
Otra diferencia con Hammet o Chandler es que Ross MacDonald exhibe un vocabulario rico y un lenguaje mucho más elaborado…, cosa que provocaba la burla de Chandler.
En 1983, con motivo de su fallecimiento, el New York Times publicó un artículo en el que lo sitúa entre los mejores autores de novela criminal en Estados Unidos. Por otro lado, el escritor William Goldman, conocido por su ya clásica novela “La princesa prometida”, calificó sus novelas de Lew Archer como “la mejor serie de ficción detectivesca jamás escrita por un autor norteamericano”.
Las novelas
MacDonald acabaría por escribir 18 novelas de Lew Archer, a lo largo de casi treinta años, y por crear un detective que va madurando y envejeciendo con el escritor, hasta conformar uno de los personajes más reconocibles de la historia de la novela negra.
La lista de novelas por orden de publicación es la siguiente:
• The Moving Target (El blanco móvil), 1949.
• The Drowning Pool (La piscina de los ahogados), 1950.
• The Way Some People Die (La forma en que algunos mueren),1951.
• The Ivory Grin (La mueca de marfil / La sonrisa de marfil), 1952.
• Find a Victim (En busca de una víctima ), 1954.
• The Barbarous Coast (Costa Bárbara ), 1956.
• The Doomsters (Los maléficos), 1958.
• The Galton Case (El caso Galton), 1959.
• The Wycherly Woman (La Wicherly), 1961.
• The Zebra-Striped Hearse (El coche fúnebre a rayas), 1962.
• The Chill (El escalofrío), 1964.
• The Far Side of the Dollar (El otro lado del dólar), 1965.
• Black Money (Dinero negro), 1966.
• The Instant Enemy (El enemigo insólito), 1968.
• The Goodbye Look (La mirada del adiós), 1969.
• The Underground Man (El hombre enterrado),1971.
• Sleeping Beauty (La bella durmiente), 1973.
• The Blue Hammer (El martillo azul), 1976.
Escribió, además, varios relatos protagonizados por Lew Archer.
Las películas
En 1966, la primera novela de la saga, “El blanco móvil”, fue adaptada para el cine por el que se convertiría en uno de los mejores guionistas de Hollywood, William Goldman. Este fue su primer guion y ganó con él el Premio Edgar Allan Poe de 1967, lo que le abrió la puerta para escribir otros grandes guiones, entre ellos “Dos hombres y un destino”, también con Newman como protagonista, por el cual consiguió su primer Óscar.
La película, que llevaba el título de “Harper” (en España, se tradujo como “Harper, investigador privado”), sirvió además para relanzar a un supersticioso Paul Newman que había sufrido un par de fracasos taquilleros.
En cuanto al nombre del detective, se cambió Archer por Harper en la película a petición expresa del actor, que quería que el título empezase por H.
El motivo era que sus últimas películas habían sido un fracaso, al contrario que tres de ellas cuyos títulos comenzaban por esa letra: “The Hustler”, “Hemingway´s adventures of a young man” y “Hud”.
Desde luego, era pura superstición,…pero funcionó.
La novela está muy bien adaptada al cine. Sí que es verdad que en algunas escenas Newman va un poco sobrado de autosuficiencia, cosa que puede hacerle irritante. Sin embargo, yo creo que encarna muy bien esa audacia que se le supone al personaje.
La película cuenta también con un elenco de actrices de primera fila, a las que quizá se podría haber sacado un poco más de partido, aunque pudieran eclipsar al protagonista en algunas escenas.
Decía antes que, en las novelas de Lew Archer, las playas blancas, las mansiones señoriales con piscinas y los elegantes locales de copas son el escenario en el que se mueve el detective. En la película, se recogen esos caracteres y ese ambiente, pero adaptado a los años 50- 60 con su coche descapotable y una estética diferente a la de las novelas.
Otra diferencia es que en la película se incide más en la relación con su mujer, Sue, de la que está divorciándose. Una espléndida Janeth Leigh pone vida al personaje al que el detective recurre cada vez que las cosas se tuercen.
Goldman adaptó otra novela de Lew Archer, “The Chill”, pero no se llegó a rodar la película.
En 1975, Paul Newman volvería a retomar el papel de Harper casi diez años después en “The Drowning Pool”, traducida en España como “Con el agua al cuello”.
En esa segunda película, le acompañaría la actriz Joanne Woodward, su mujer en la vida real.
Los críticos consideraron la segunda película inferior a la primera, pero a mí me parece una buena película también.
En total ha habido cuatro adaptaciones de las novelas, que son las siguientes:
• “Harper, investigador privado”, 1966. EE.UU. Director: Jack Smight. Guión: William Goldman (basada en “El blanco móvil”). Intérpretes: Paul Newman, Lauren Bacall, Julie Harris, Shelley Winters, Robert Wagner, Janet Leigh.
• “Con el agua al cuello”, 1976. EE.UU. Director: Stuart Rosenberg. Guión: Tracy Keenan Wynn, Lorenzo Semple y Walter Hill (basada en “La piscina de los ahogados”). Intérpretes: Paul Newman, Joanne Woodward, Anthony Franciosa, Murray Hamilton, Melanie Griffith.
• “The Underground Man”, 1974. Película para TV. EE.UU. Director: Paul Wendkos. Guión: Douglas Heyes (basado en “El hombre enterrado”). Intérprete: Peter Graves.
• “Archer”, 1975. Serie de TV de 6 episodios. EE. UU. Varios directores. Intérprete: Brian Keith.
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