“La cata”, cuyo título original es “Taste”, es uno de los más brillantes relatos de Roald Dahl. Se publicó por primera vez en 1945 en el “Ladies Home Journal” y posteriormente, en 1951, en “The New Yorker”.
Yo te recomiendo la versión que publicó en 2014 la Editorial Nórdica, magníficamente ilustrada por Iban Barrenetxea.
El argumento
Richard Pratt es un reputado gastrónomo, que preside una sociedad llamada “Los epicúreos” y que es famoso por su fino paladar.
Habitualmente, esta sociedad organiza cenas en las que se sirven “platos suntuosos y vinos raros” y Richard Pratt tiene la costumbre de hablar de los vinos como si se tratase de seres vivos. Dice, por ejemplo, que un vino es prudente o que otro es alegre y jovial.
Mike Schofield es un corredor de bolsa que vive en Londres y que, junto con su esposa, suele celebrar espléndidas cenas para agasajar a Richard Pratt.
Mike suele hacer apuestas con Pratt, que alardea de reconocer cualquier Burdeos indicando variedad y año, sólo probando una copa.
En ocasiones anteriores, los dos han apostado una caja de vino a que Pratt no es capaz de identificarlo. La apuesta suele resolverse con el acierto por parte del gastrónomo y con el pago de la apuesta perdida por parte de Mike.
Pratt encuentra un placer solemne en acertar y a Mike no le importa perder, siempre que quede claro que su vino es lo bastante bueno para ser reconocido.
En estas cenas, los comensales suelen ser seis. Además de Mike Schofield, su esposa e hija y por supuesto el gastrónomo Richard Pratt, completan la lista de invitados un narrador, del cual no conoceremos el nombre, y su esposa. Ese narrador es el que nos pondrá en antecedentes de lo que va a ocurrir en una velada especial.
Y es que el relato se centra en una de esas cenas en casa de Mike, en la que Pratt conduce hábilmente la conversación hacia donde le interesa: esta vez no quiere apostar una caja de vino, sino la mano de la hija de Mike Schofield.
A pesar de las protestas de la señora Schofield y de la esposa del narrador, la farsa sigue adelante, ante el estupor de la pobre hija de Mike, que contempla como se la juegan como si ella fuese un objeto.
Pratt se hace rogar y va dando pistas para mantener el suspense pero, por supuesto, finalmente acierta cual es el vino que le ha ofrecido Mike.
¿Y qué pasa entonces? ¿Se casa con la muchacha?
No creo hacer spoiler si te digo que no. Ya te habrás imaginado que, aunque esto ocurriese en 1945, no iban a casar a una muchacha inglesa de una familia acomodada como consecuencia de una apuesta perdida por su padre.
Sin embargo, Dahl consigue mantener el interés y ofrecernos, como siempre, un final magnífico e inesperado. ¿Alguien lo dudaba?
Una novela ilustrada
Esta novela corta se publicó por primera vez en la edición de marzo de 1945 del Ladies Home Journal y posteriormente fue publicada, en 1951, en The New Yorker.
Si te llama la atención, yo te propongo que elijas una versión ilustrada, que fue publicada en 2014 por la Editorial Nórdica. Los dibujos acompañan la historia de una manera admirable. Iban Barrenetxea ha realizado un magnífico trabajo gráfico para invitarnos a esta misteriosa velada.
El autor
Bueno, Roald Dahl no necesita presentación, ¿verdad?
Seguro que te vienen a la mente sus relatos destinados al público infantil: “Charlie y la fábrica de chocolate”, “James y el melocotón gigante”, “Matilda”, “Las brujas”, “Los cretinos”,…
Pero tiene también un catálogo extenso de obras para adultos. “Mi tio Oswald” y “El gran cambiazo” son dos de mis novelas favoritas. Pero, quizá sus obras más famosas son “Historias extraordinarias” y “Relatos de lo inesperado”.
Dahl nació en 1916 en un pueblecito de Gales llamado Llandaff en el seno de una familia acomodada de origen noruego.
A los cuatro años perdió a su padre y a los siete entró en el rígido sistema educativo británico, que le inspiró obras como “Matilda” o “Boy”.
Trabajó en una fábrica de chocolate (origen de su cuento “Charlie y la fábrica de chocolate”). En 1939 se incorporó a la Royal Air Force, interviniendo en numerosas acciones durante la Segunda Guerra Mundial. Durante una de sus misiones fue derribado en combate y tuvo que pasar seis meses hospitalizado.
Empezó su andadura como escritor en 1942 cuando, como miembro de la Fuerza Aérea, fue trasladado a Washington. Su primer trabajo fue un cuento titulado «Pan comido», describiendo su accidente con el Gloster Gladiator. El título original en inglés era «A piece of cake», pero fue cambiado por «Shot down over Libya» («Derribado sobre Libia») a pesar de que el accidente no tuvo nada que ver con la acción enemiga.
También fue guionista de cine y televisión y varias de sus obras han sido llevadas a la gran pantalla.
La polémica sobre la reescritura de sus libros
En 2023, Dahl se convirtió en una figura rodeada de polémica cuando una editorial británica quiso reescribir sus clásicos infantiles para adaptarlos a los tiempos modernos y hacerlos más inclusivos.
No es la primera vez que un texto clásico se ve sometido a revisión para adaptarlo a la sensibilidad contemporánea, pero nunca hasta ahora se había desatado una indignación tan global como contra la reescritura de los cuentos de Roald Dahl.
The Daily Telegraph publicó que la Editorial Puffin iba a cambiar los libros del escritor para hacerlos más inclusivos.
La irritación del público llegó a tales extremos que, una semana después la editorial se vio obligada a rectificar y anunció que mantendría los textos originales, aunque paralelamente publicaría también versiones adaptadas.
¿Cuáles has leído tú de Roald Dahl?
¿Qué te parece la adaptación de sus obras para hacerlas más inclusivas?
Más información sobre la obra de Roald Dahl en el sitio web de la Roald Dahl Foundation
Más información sobre la polémica revisión de sus obras para hacerlas más inclusivas en la página web de la BBC.